Orgía lubricada de aguarrás y aceite de linaza.
Colores puros que pierden su virginidad
al mezclarse en pinceladas.
Fundiéndose para lograr
la armonía de lo que es imperfecto.
Al mirar su fluidez provoca placer.
Corre el pincel por la tela extendida,
dejando su flujo, cambiando texturas, creando.
Un esbozo, una silueta marcada en medio de una quimera
vestida de blanco, que desea ser coloreada.
En la oscuridad de las sombras es donde se puede dar vida,
sin salir de sus cuatro esquinas.
En las sombras se recrea el movimiento.
No hay nada sucio,
ni siquiera en las salpicaduras que caen al suelo por un
exceso, un colmo de color.
¡Pintor! ¡retírate!
sí, ya has creado,
deja que contemple la belleza del cuadro.
Artiiiiiiista.
ResponderEliminarCuanto me gusta que eso sea debido a los genes pilones. Claro porque asi me creo yo que podia ser casi como tu, cosa imposible.
Besos, sobrina
Miguel, siempre tan halagador :)
ResponderEliminarMe alegra que te guste.
Más besos para ti.
Ole que bien que haya estos artistas entre mis amistades, una suerte pilona, nunca lo dejes
ResponderEliminarUn besillo, Nacho